Mujeres inspiradoras: Kathrine Switzer, expulsada por ser mujer

Últimamente está arrasando en las redes sociales la imagen de Kathrine Switzer cuando el director de la carrera quiso expulsarla por ser una mujer en la maratón de Boston de 1967.
“Se trata de hacer historia de nuevo», dice Kathrine Switzer, la primera mujer en correr con dorsal la maratón de Boston hace 50 años, y quien el pasado lunes 17 de abril, a sus setenta años, se volvió a colocar un dorsal para completar los 42 kilómetros con 195 metros de una de las maratones más exigentes del mundo
Hace 50 años Kathrine se había inscrito en la carrera con el dorsal 291, sus apellidos y las iniciales de su nombre. En aquella época era casi impensable que una mujer pudiese correr una maratón. Y de hecho, cuando llevaba 4 kilómetros, Jock Semple, uno de los directores de la carrera, se abalanzó sobre ella gritando “¡sal de mi carrera y devuélveme el dorsal!», sin embargo, no consiguió pararla. El novio de Kathrine, que era lanzador de martillo, le hizo a Jock Semple un bloqueo en toda regla, evitando que parase a Kathrine. Y así fue cómo se convirtió en la primera mujer en completar una maratón, haciéndolo en 4 horas y 20 minutos.

Palabras de Kathrine:
«De repente escuché unos zapatos corriendo deprisa detrás de mí. Me giré, y ví la cara más enfadada que nunca he visto. Era un oficial de carrera (Jock Semple, director del maratón). Me agarró de los hombros y me empujó, mientras gritaba ‘¡Fuera de mi carrera!’. Consiguió arrancarme el dorsal de atrás, mientras yo trataba de correr más fuerte. Entonces Arnie saltó y le dijo que me dejara, que él me había entrenado y que estaba para competir, pero el juez seguía tratando de agarrarme y empujarme. Sólo porque era mujer. Y ahí ya apareció Tom para realizarle un placaje y tirarlo al suelo. ‘Corre como nunca’, me dijo, y nos pusimos los tres a correr como niños que huyen de una casa encantada».
Como ella misma decía, «la verdadera carrera comenzaba al cruzar el arco de meta, porque conseguir que la mujer pudiese correr era el equivalente físico al sufragio femenino». Pero no fue hasta 1975 cuando a las mujeres se les permitió participar en la maratón de Boston, porque existía el convencimiento (avalado por expertos) de que correr largas distancias podía provocar el desprendimiento del útero (jaja) y, además, era una actividad poco femenina.
Sin quererlo ni beberlo, ese día Kathrine Switzer se convirtió en una defensora de los derechos de la mujer, y luchó los siguientes 17 años hasta que por fin consiguió que las mujeres fuesen invitadas a la maratón. Participó 8 veces en la maratón de Boston y ganó la de Nueva York. Organizó 27 maratones por todo el mundo y consiguió que los expertos asegurasen que la mujer podía correr 42 kilómetros sin poner en riesgo su salud.
La atleta estadounidense, el pasado lunes 17 de abril, volvió a correr la maratón de Boston a sus 70 años y ha vuelto a hacer historia.
Todos nosotros la recordaremos como un ejemplo de mujer luchadora, a la que nada ni nadie le ha impedido conseguir su objetivo de demostrarle al mundo que las mujeres también eran capaces de correr una maratón.